Vicente Pérez-Jorge (OFM)

El Padre Pérez-Jorge era un franciscano nacido el 8 de agosto de 1906, de Llíria, que vivió en el convento de los franciscanos de Ontinyent desde 1930 a 1955, y de 1972 hasta su muerte en 1993. Tantos años en Ontinyent, que él mismo se consideraba un ontinyentino más. En 1988, como reconocimiento a su labor musical, le fue concedida la Medalla de Oro de la Ciudad. Posteriormente fue declarado Hijo Adoptivo de Ontinyent, donde también tiene dedicado el nombre de una calle.

Entre otras cosas, era organista, musicólogo, compositor, especialista en música gregoriana, con un conocimiento avanzado de las técnicas modernas de composición que había estudiado en diversas etapas de su vida con los compositores de más renombre de su época, en sus estancias en el País Vasco, Teruel y Madrid. Fue un avanzado discípulo de Ángel Mingote y Andrés Isasi. A su vez, fue verdadero mentor, consejero y amigo de José María Ferrero Pastor, el “Mestre Ferrero”, uno de los más aclamados compositores de obras para la Fiesta de Moros y Cristianos.

Fue un profesor severo, pero era afectuoso en el trato fuera de las aulas. Su presencia imponía respeto, era culto, exigente e irónico.

 

 

Su producción musical es rica y abundante, de tal manera que, s¡bien cultivó en proporciones más importantes el género religioso, no elimina en absoluto las incursiones en otros géneros musicales, con resultados altamente positivos y extraordinariamente seductores:

“Misa Corpus Christi”,
“Misa Mater Purissima”,
“Misa festera”,
“Inmaculada” (poema sinfónico),
“Tríptico Avemariano”,
“Salve Regina (varias),
“Cántico de David”,
“Antología al servicio del Templo”,
“Canciones populares valencianas”,
“Tríptico folklórico valencià”,
Madrigals, villancicos, varios himnos,
“Capricho sinfónico”,
“Suite para piano”,
“Berceuse para órgano”, etc. etc.

Esto es una muestra muy reducida de la fecunda pluma musical del padre Pérez-Jorge. Hacer una incursión en su legado artístico es un trabajo fascinante, por el número tan elevado de sus creaciones que exigen un estudio muy entretenido y laborioso y, a la vez, sugestivo y atrayente por las novedades que a cada paso se van leyendo entre líneas del tejido polifónico que constantemente las provoca.

 

Más información:

http://lanostraterra.es/wp-content/uploads/2020/11/ALMAIG_XXII_2006.pdf

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